# Edad Media ## Baja Edad Media A finales de la Edad Media (hacia 1300 en adelante), el Lacio, el antiguo corazón del Imperio Romano, y el sur de Italia eran en general más pobres que el norte. Roma era una ciudad de ruinas antiguas, y los Estados Pontificios estaban administrados de manera laxa y eran vulnerables a interferencias externas como la de Francia y más tarde España. El papado se vio ofendido cuando se creó el papado de Aviñón en el sur de Francia como consecuencia de la presión del rey Felipe el Hermoso de Francia. En el sur, Sicilia había estado durante algún tiempo bajo dominación extranjera, primero de los árabes y luego de los normandos. Sicilia había prosperado durante 150 años durante el Emirato de Sicilia, y más tarde durante dos siglos durante el Reino normando y el Reino Hohenstaufen, pero había decaído a finales de la Edad Media. ## El ascenso de la clase mercantil Por el contrario, el norte y el centro de Italia se habían vuelto mucho más prósperos y se ha calculado que la región estaba entre las más ricas de Europa. La nueva clase gobernante mercantil, que obtuvo su posición gracias a sus habilidades financieras, adaptó a sus propósitos el modelo aristocrático feudal que había dominado Europa en la Edad Media. Una característica de la Alta Edad Media en el norte de Italia fue el surgimiento de las comunas urbanas, que habían roto el control de los obispos y los condes locales. En gran parte de la región, la nobleza terrateniente era más pobre que los patriarcas urbanos en la economía monetaria de la Alta Edad Media, cuyo aumento inflacionario empobreció a los aristócratas terratenientes. El aumento del comercio durante el Renacimiento temprano mejoró estas características. Este cambio también dio a los comerciantes un control casi total de los gobiernos de las ciudades-estado italianas, mejorando nuevamente el comercio. Uno de los efectos más importantes de este control político fue la seguridad. Aquellos que se hicieron extremadamente ricos en un estado feudal corrían el riesgo constante de entrar en conflicto con la monarquía y que les confiscaran sus tierras, como le ocurrió a Jacques Coeur en Francia. Los estados del norte también mantuvieron muchas leyes medievales que obstaculizaban gravemente el comercio, como las que prohibían la usura y las prohibiciones de comerciar con no cristianos. En las ciudades-estado de Italia, estas leyes fueron derogadas o reescritas. El siglo XIV vio una serie de catástrofes que provocaron que la economía europea entrara en recesión, incluida la Guerra de los Cien Años, la Peste Negra y numerosas hambrunas. Fue durante este período de inestabilidad que vivieron autores del Renacimiento como Dante y Petrarca, y que se vieron los primeros indicios del arte renacentista, especialmente en el realismo de Giotto. Paradójicamente, algunos de estos desastres ayudarían a establecer el Renacimiento. La Peste Negra acabó con un tercio de la población de Europa. La escasez de mano de obra resultante aumentó los salarios y, por lo tanto, la población reducida era mucho más rica y mejor alimentada y, significativamente, tenía más dinero excedente para gastar en artículos de lujo. A medida que la incidencia de la peste comenzó a disminuir a principios del siglo XV, la devastada población de Europa comenzó a crecer una vez más. La nueva demanda de productos y servicios también ayudó a crear una clase creciente de banqueros, comerciantes y artesanos calificados. A finales de la Edad Media en Italia, la política se caracterizaba por: - **Ascenso de las ciudades-estado**: el norte y el centro de Italia vieron el surgimiento de poderosas ciudades-estado, como Milán, Florencia, Pisa, Siena, Génova, Ferrara, Mantua, Verona y Venecia. Estas ciudades-estado se dividieron en facciones en guerra y se alinearon con el papado o el Sacro Imperio Romano Germánico[1][2]. - **Modelo aristocrático feudal**: La nueva clase gobernante mercantil, que ganó su posición gracias a sus habilidades financieras, adaptó a sus propósitos el modelo aristocrático feudal que había dominado Europa en la Edad Media[1]. - **Gobierno oligárquico**: Las ciudades-estado se volvieron de naturaleza oligárquica, con el poder concentrado en manos de unos pocos individuos ricos. La influencia de las clases económicas más bajas aumentó durante este tiempo[3]. - **Ascenso de los déspotas**: A finales de la Edad Media se produjo el surgimiento de los déspotas, que alcanzaron preeminencia en las ciudades-estado italianas y desarrollaron herramientas de diplomacia y espionaje para retener su poder. La historia de la política italiana es significativamente la historia de estos déspotas[3]. - **Equilibrio de poder**: Después de tres décadas de guerras en Lombardía entre el Ducado de Milán y la República de Venecia, finalmente hubo un equilibrio de poder entre cinco estados poderosos emergentes, que formaron la Liga Itálica, lo que trajo una calma relativa a la región por primera vez en siglos[2]. - **Signoria**: La signoria, un gobierno dirigido por un signore (señor o déspota), reemplazó a las instituciones republicanas ya sea por la fuerza o por acuerdo. Esta fue la forma de gobierno característica en Italia desde mediados del siglo XIII hasta principios del siglo XVI[4]. - **Influencia en el Renacimiento**: las ciudades-estado de Italia y su política jugaron un papel importante en el desarrollo del Renacimiento, y la concentración de riqueza y poder relativo en la región contribuyó a sus logros artísticos e intelectuales[6]. Durante la Baja Edad Media, Italia experimentó un desarrollo político único con la transformación de las comunas medievales en poderosas ciudades-estado. Estas ciudades-estado, como Venecia, Milán, Génova, Florencia, Siena, Pisa y Bolonia, alcanzaron un gran poder político y se convirtieron en importantes centros financieros y comerciales1. . La forma de gobierno predominante en Italia durante esta época fue la ciudad-estado oligárquica, significativamente diferente de la Europa feudal al norte de los Alpes1 . Las dos facciones principales que dominaron la vida política en la Italia medieval fueron los güelfos y los gibelinos. Los güelfos apoyaron al Papa, mientras que los gibelinos apoyaron al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico3 . La lucha por el poder entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico surgió con la Controversia de las Investiduras, que comenzó en 1075 y terminó con el Concordato de Worms en 11223. . --- [1] https://courses.lumenlearning.com/atd-herkimer-westerncivilization/chapter/italian-politics/ [2] https://en.wikipedia.org/wiki/Italy_in_the_Middle_Ages [3] https://www.faculty.umb.edu/gary_zabel/Courses/Phil%20281b/Philosophy%20of%20Magic/Dante.%20etc/Philosophers/End/c-states.html [4] https://www.britannica.com/topic/signoria [5] https://www.britannica.com/place/Italy/History [6] https://pressbooks.nscc.ca/worldhistory/chapter/chapter-4-politics-in-the-renaissance-era/